Praga es una de las ciudades más bellas de Europa por todo lo que permite conocer, descubrir y aguardar dentro de la mente del viajero como un recuerdo inolvidable y único. Esto ocasiona que sea realmente complicado poder decir que un lugar muy específico de la ciudad checa sea el más bello y el que genera más interés por parte del turista. Bien es cierto que si tuviéramos que apostar por algunos de estos rincones, el callejón del Oro, sin duda alguna, sería uno de ellos. Un punto muy específico de la ciudad dentro del distrito de Hradcany.
El Callejón del Oro (Zlatá ulička, en checo) se encuentra dentro del Castillo de Praga, ocasionando que su fantástico emplazamiento esté lleno de turistas cuando estos se animan a conocer Praga. Realizado en el siglo XVI para la guardia de Rodolfo II compone un estilo manierista que estructura un alto contraste, colorido y tamaño de las casas.
¿Cuál es el origen de este nombre?
Buena pregunta. De hecho, es una de las más realizadas por los turistas. El nombre del callejón del Oro se debe básicamente a que lo orfebres eran los que residían en este lugar. Se dice que los alquimistas, mandados por Rodolfo, vivían aquí para transformar el hierro en oro.
Desafortunadamente, durante el siglo XIX el callejón del Oro perdió “valor” y estaba frecuentado por personas en situación de exclusión social.
El callejón del Oro en la actualidad y ligado a Kafka.
Cabe destacar que hace relativamente poco, el callejón fue reconstruido, concretamente a mediados del siglo XX. Ahora, diversas casas sirven de exposición para conocer los últimos siglos de historia de la Ciudad Dorada.
Un ilustre personaje ligado a la ciudad, Franz Kafka, estuvo residiendo en la casa número 22 durante un año de su vida y que, de hecho, aprovechó para escribir su libro “El médico rural”.
Por tanto, la suma de la historia, reconstrucción y ubicación que compone este precioso rincón, hace que sea una calle frecuentada en cualquier época del año por los viajeros. Y como no podía ser menos, en nuestras excursiones en Praga damos la opción de visitarlo.
Una fantástica oportunidad para tomar contacto con las marionetas de Praga, con la ciudad o poder comprar un hermoso recuerdo. Muy a pesar de que el acceso tenga que ser con entrada.